Murmullos de agua en las calles


Salimos de nuevo al Raval a visitar a las mujeres prostituidas, primero nos encontramos con Sara, una bella mujer que llevamos a una casa de acogida pero que "decidió" volver a las calles. Nos besaba las manos con gratitud y ternura, es difícil de entender y más de explicar. Le dimos un Kit de higiene y dos bombones, a cambio, una mirada dulce llena de amor y respeto, es mutuo. Luego vimos a Katia, mujer ecuatoriana de rostro duro y mirada férrea.

- ¡Hola Katia, hace tiempo que no te vemos por aquí!

- Estuve en mi país visitando a mi papá que se murió.

- Vaya, lo sentimos mucho ¿Pudiste acompañarlo hasta el final?

- Sí, me necesitaba. Se murió y ya me volví acá de nuevo.

Le dimos un bombón y le agradecimos su ejemplo de vida. A su lado estaba sentada Yasmín, es la que tiene las llaves del portal donde entran y salen las mujeres y sus clientes. Mientras charlamos una de ellas se acercó y le dio un billete de 10€. Yasmín se alegró de vernos y rápido nos contó un sueño que ha tenido: "Venía un río de agua y llenaba esta calle, era agua cristalina, muy brillante y transparente, y había luces como de Navidad y muchas personas vestidas de blanco, el agua parecía fría pero estaba caliente, yo salía del agua y estaba conmigo mi hija y mi nieta también, las tres salíamos del agua con un vestido blanco". Nos preguntaba el significado de su sueño que ella no entendía. Fue emocionante, le explicamos que hace años que recibimos lo mismo, en 2020 un compañero soñó que el Raval era inundado de agua, ríos de vida, como cataratas por encima de todo. Otra pareja también tocó las paredes de las calles y sentían que habían corrientes de ríos. Recordamos a Joel que habló de los días en que derramaré mi Espíritu sobre toda carne, le explicamos que vienen tiempos nuevos de limpieza, refresco, sanidad, liberación, que es tiempo de cambiar de vida ella y su familia. Nos hacía preguntas extrañada por el sueño. Le explicamos que Juan bautizaba en el Jordán y las personas cambiaban de vida, tiempos de limpieza del corazón y nueva vida, nacer de nuevo, le hablamos del río que sale del trono en Ezequiel, y de la multitud de blanco que vio Juan. Mientras hablábamos con Yasmín se nos acercó Hadija pidiendo un bombón y un abrazo, siempre viene a buscar nuestro abrazo, sabe que los nuestros son abrazos de amor verdadero, Hadija es una niña grande de treinta años que espera a que su novio salga de la cárcel para sacarla de la calle y llevarla a un lugar mejor, esta vez no parecía drogada o no se le notaba mucho. Le dimos palabras de ánimo y un Kit de higiene para protegerse y cuidarse mejor. Al rato nos encontramos con Irina quien nos abrazó de forma escandalosa como una niña hambrienta de amor. De nuevo le ofrecimos salir de allí y llevarla a un hogar refugio ¡y esta vez nos dijo que sí! Fuimos a tomar un café con ella y le explicamos que si venía con nosotros tendría una nueva vida pero tenía que dejar de hablar con su novio que la maltrata, y dejar el piso donde vive a cambio de favores sexuales. Irina fue vendida de niña y explotada por una mafia albanesa en las calles desde los doce años. Se fue poniendo nerviosa de pensar en algo tan extraño para ella como un hogar donde sería cuidada y amada. Al final dijo que no podía dejar a su novio y que se enfadaría con ella y vendría a buscarla, mientras lo explicaba se ponía más nerviosa. Irina, ¡si te pega no te quiere! - le explicamos-. Al final se levantó y se fue. 

Fue otra noche dura, con emociones fuertes, con sueños, bombones, abrazos, amor, miedo, destellos de luz y mucha oscuridad, otra noche en que volvemos a casa con el corazón herido sabiendo que hemos hecho lo que hemos podido. Ya queda menos para el día en que podamos celebrar y ver hechos realidad tantos sueños de ríos de agua viva.

Barcelona, marzo de 2023.

(Nombres y algunos datos se han modificado para proteger la identidad)

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